Recomendación de películas
Recomendación de películas para estas IX Semana Ignaciana 2016
La alegría del amor en algunas historias fílmicas
La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia. Como han indicado los Padres sinodales, a pesar de las numerosas señales de crisis del matrimonio, «el deseo de familia permanece vivo, especialmente entre los jóvenes, y esto motiva a la Iglesia».
Como respuesta a ese anhelo «el anuncio cristiano relativo a la familia es verdaderamente una buena noticia», con estas palabras el Papa Francisco comienza la Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris Laetitia sobre el amor en la familia.
A la luz de este documento pontificio recomiendo una serie de películas con el tema de la familia en su diversidad, con sus luces y sombras, con sus alegrías y retos. Son películas de diferentes géneros, épocas y nacionalidades. Algunas las podemos ver en familia con los niños (clasificación A), otras son para adolescentes y adultos (clasificación B). Invito a verlas con apertura y con una mirada que quiere reconocer lo humano que hay en cada historia.
Una familia espacial de Enrique Gato (España, 2016, 97 min, clasificación: A)
La cinta cuenta la historia de Mike Goldwing, un surfista de 12 años de edad, hijo y nieto de astronautas, cuya familia está separada a raíz de un incidente que ocurrió años atrás. Para impedir que se lleve a cabo un plan malvado del millonario Richard Carson de colonizar la luna y explotar sus recursos, Mike deberá embarcarse en un viaje por el espacio con su abuelo y amiga Amy. Este viaje espacial se convertirá también en un viaje al interior que ayudará a los protagonistas a restaurar la comunicación y el amor en la familia. “La comunión familiar puede ser conservada y perfeccionada sólo con un gran espíritu de sacrificio. Exige, en efecto, una pronta y generosa disponibilidad de todos y cada uno a la comprensión, a la tolerancia, al perdón, a la reconciliación”, nos dice el Papa en el no. 106. Veamos cómo nuestro héroe Mike surfea en el mar, en el espacio y en la familia con estos valores.
Los Croods de Chris Sanders y Kirk DeMicco (E.U., 2013, 98 min., clasificación: A)
Prehistoria. Tras la destrucción de su hogar por un gran terremoto, Grug se ve obligado a emigrar con su familia. Mientras avanzan por un mundo desconocido y aterrador, se encuentran con un nómada de mente abierta que los deja a todos fascinados, sobre todo a la hija de Grug. En el no. 232 el Papa Francisco aborda el tema de las crisis en la familia y nos dice: “La historia de una familia está surcada por crisis de todo tipo […] Cada crisis implica un aprendizaje que permite incrementar la intensidad de la vida compartida […] Cada crisis esconde una buena noticia que hay que saber escuchar afinando el oído del corazón”. Con un magnífico diseño de personajes, con buenas dosis de humor y aventura, esta historia de los Croods nos puede ayudar a volver la mirada a la propia familia con sus crisis y terremotos, con sus miedos y esperanzas.
Los Increíbles de Brad Bird (E.U., 2001, 115 min., clasificación: A)
La película de Los Increíbles cuenta la historia de una familia de superhéroes compuesta por cinco miembros: Robert Bob (Mr. Increíble), Helen (Elastigirl), Violeta (la hija adolescente), Dash (el hijo de en medio) y Jack-Jack (apenas un bebé). Al poco tiempo de conocer a los personajes se presenta el conflicto: Helen obliga a sus hijos y esposo a mantener en secreto sus poderes para lograr integrarse en la sociedad y aparentar ser una familia normal; por el contrario, Bob desea revivir sus días de gloria y dice que nadie debe avergonzarse de sus poderes. En medio de una fuerte discusión, escuchamos el reclamo de Violeta: “¡Quiero ser una familia normal… no parecer una familia normal!”. Con secuencias de acción muy bien logradas, con claras referencias a los superhéroes de Marvel y DC Comics, esta película nos ayuda a reflexionar sobre la identidad y misión de la familia en la sociedad.
Una familia de tantas de Alejandro Galindo (México, 1948, 130 min., clasificación: B)
El orden y la tranquilidad de la familia Cataño es quebrantado el día en que toca a la puerta un vendedor de aspiradoras, empeñado en vender uno de sus modernos productos. A partir de ese momento, la adolescente Maru soñará con romper las cadenas que la atan a su conservadora familia. Película de la época de oro del cine mexicano, protagonizada por Fernando Soler, David, Silva y Martha Roth, que se mantiene vigente. “Si bien es legítimo y justo que se rechacen viejas formas de familia ‘tradicional’, caracterizadas por el autoritarismo e incluso por la violencia, esto no debería llevar al desprecio del matrimonio sino al redescubrimiento de su verdadero sentido y a su renovación. La fuerza de la familia reside esencialmente en su capacidad de amar y enseñar a amar”, nos dice el Papa en el no. 53 de su Exhortación Apostólica.
Todos estamos bien de Giuseppe Tornatore (Italia-Francia, 1990, 126 min., clasificación: B)
Matteo Scuro (Marcello Mastroianni), un funcionario rural ya jubilado, decide recorrer Italia para visitar a sus cinco hijos, que viven en diferentes ciudades. Con una estupenda banda sonora de Ennio Morricone y la buena mano del Tornatore para tocar fibras íntimas, somos introducidos en el alma de los personajes con todo lo que hay de amor y entrega, de soledad y dolor, de ilusión y desencanto. Ya veremos al final que significa eso de Todos estamos bien.
Tengamos presentes las palabras del Papa en el último capítulo de la exhortación: “La presencia del Señor habita en la familia real y concreta, con todos sus sufrimientos, luchas, alegrías e intentos cotidianos. Cuando se vive en familia, allí es difícil fingir y mentir, no podemos mostrar una máscara” (no. 315). Además de buenas críticas esta película obtuvo el Premio del Jurado Ecuménico en Cannes en 1990.
La Fiesta de Babette de Gabriel Axel (Dinamarca, 1987, 102 min., clasificación: A)
Una de las películas favoritas del Papa Francisco. Dejemos que él mismo nos la recomiende: “La alegría de ese amor contemplativo tiene que ser cultivada. Puesto que estamos hechos para amar, sabemos que no hay mayor alegría que un bien compartido: «Da y recibe, disfruta de ello» (Si 14,16). Las alegrías más intensas de la vida brotan cuando se puede provocar la felicidad de los demás, en un anticipo del cielo. Cabe recordar la feliz escena del film La fiesta de Babette, donde la generosa cocinera recibe un abrazo agradecido y un elogio: «¡Cómo deleitarás a los ángeles!». Es dulce y reconfortante la alegría de provocar deleite en los demás, de verlos disfrutar. Ese gozo, efecto del amor fraterno, no es el de la vanidad de quien se mira a sí mismo, sino el del amante que se complace en el bien del ser amado, que se derrama en el otro y se vuelve fecundo en él”.
Kramer vs Kramer de Robert Benton (E.U., 1979, 105 min., clasificación: B)
El padre y esposo, Ted Kramer (Dustin Hoffman) ama a su familia y a su trabajo, donde pasa la mayor parte de su tiempo. Una noche, al regresar a casa, su esposa, Joanna (Meryl Streep) lo confronta y decide abandonarlo forzándolo a hacerse cargo de su hijo de seis años. Kramer vs Kramer es un drama sin precedentes acerca del dolor causado por el divorcio y la lucha por mantener un balance entre el trabajo y la familia. Acojamos lo que nos dice Amoris Laetitia: “Hay que acoger y valorar especialmente el dolor de quienes han sufrido injustamente la separación, el divorcio o el abandono, o bien, se han visto obligados a romper la convivencia por los maltratos del cónyuge. El perdón por la injusticia sufrida no es fácil, pero es un camino que la gracia hace posible. De aquí la necesidad de una pastoral de la reconciliación y de la mediación, a través de centros de escucha especializados que habría que establecer en las diócesis” (no. 242).
La familia Bélier de Eric Lartigau (Francia, 2014, 105 min., clasificación: B)
Todos los miembros de la familia Bélier son sordomudos, excepto Paula, de 16 años. Ella hace de intérprete para sus padres, especialmente en lo que respecta al funcionamiento de la granja familiar. El conflicto se da cuando Paula, alentada por su profesor de música, que ha descubierto su talento para el canto, piensa irse a estudiar. Con una buena mezcla de comedia y drama, con música y letras realmente conmovedoras, la película resalta muchos valores familiares como el amor, la ternura, la comunicación y la ayuda mutua. Aquí podemos evocar las palabras del Papa Francisco en su exhortación: “Las personas con discapacidad son para la familia un don y una oportunidad para crecer en el amor, en la ayuda recíproca y en la unidad […] La familia que acepta con los ojos de la fe la presencia de personas con discapacidad podrá reconocer y garantizar la calidad y el valor de cada vida, con sus necesidades, sus derechos y sus oportunidades”(no. 47).
Tierra de sueños de Jim Sheridan (E.U.A-Irlanda- Gran Bretaña, 2003, 105 min., clasificación: B)
Jim Sheridan nos cuenta la historia de una familia de inmigrantes irlandeses que viajan a los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida. Desde la línea fronteriza percibimos el dolor que embarga a esta familia: el padre sin trabajo y con muy poco dinero; la madre, con depresión; Cristy, la hija adolescente, sin pronunciar palabra; Ariel, simpática niña de unos cinco años, apenas se da cuenta de la situación. Con todo, es una familia que está en camino, que sueña y se esfuerza por salir adelante. En el no. 46 de Amoris Laetitia podemos leer al respecto: “Las migraciones ‘representan otro signo de los tiempos que hay que afrontar y comprender con toda la carga de consecuencias sobre la vida familiar. […] La Iglesia ha tenido en este ámbito un papel importante. La necesidad de mantener y desarrollar este testimonio evangélico (cf. Mt 25,35) aparece hoy más urgente que nunca”.
Todos los caminos llevan a casa de Lee Jeong Hyang (Corea del Sur, 2002, 85 min., clasificación: A)
Sang-Woo, un pequeño de 7 años, ha vivido toda su vida en la ciudad. Pero ahora deberá ir al campo y quedarse con su abuela, una mujer sordomuda que guarda bellos secretos en su corazón. Película dedicada a todas las abuelas del mundo, que nos habla del amor incondicional, de la ternura y la sabiduría de los ancianos. “Los ancianos -dice el Papa en el no. 192- ayudan a percibir ‘la continuidad de las generaciones’, con ‘el carisma de servir de puente’. Muchas veces son los abuelos quienes aseguran la transmisión de los grandes valores a sus nietos, y ‘muchas personas pueden reconocer que deben precisamente a sus abuelos la iniciación a la vida cristiana’. Sus palabras, sus caricias o su sola presencia, ayudan a los niños a reconocer que la historia no comienza con ellos, que son herederos de un viejo camino y que es necesario respetar el trasfondo que nos antecede”.
Sergio Guzmán, S.J.
Monterrey, N.L. a 20 de abril de 2016
Recuperado de: http://www.buenaprensa.com/la-alegr%C3%ADa-del-amor-en-algunas-historias-f%C3%ADlmicas